Luego dijo que sin lugar a dudas era la mujer de su vida.
-¿Y eso por qué?
-Porque era mala. Era mala, estaba loca y completamente equivocada. Era auténtica, espero que entienda lo que quiero decir. Era una carretera llena de curvas absurdas, y que corría por campo abierto, sin preocuparse nunca por el regreso. Sin saber siquiera muy bien adónde estaba dirigiéndose.
Hizo una breve pausa.
-Era una de esas carreteras en las que uno se mata.
Esta historia.
Alessandro Baricco.
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