Por lo tanto la "persona" es un complejo sistema de comportamiento, parcialmente dictado por la sociedad, y parcialmente dictado por las expectativas o deseos que uno tiene. Pero esa no es una personalidad real, aunque la gente asumirá que es real y honesto pero no lo es. Esa actuación... La actuación de la "persona" está bien siempre que asumamos que no eres de la misma manera que pareces ser. Pero si no eres consciente de eso, puedes llegar a tener conflictos muy desagradables. La gente no se dará cuenta de que, en casa, eres diferente de que aparentas ser en público. Y los que no lo saben, al final se tropiezan con ello. Niegan que son así, pero no lo son. Y entonces no sabes cuál es el hombre real. ¿Es el hombre que está en casa, en las relaciones íntimas? ¿O el que aparece en público? Es un problema de Jeckyll y Hyde. A veces hay tantas diferencias, que podríamos estar hablando de doble personalidad. Cuanto más pronunciado sea, más neurótica será la gente. Se vuelven neuróticos porque se contradicen todo el tiempo y como son inconscientes de sí mismos no lo saben. Ellos piensan que son uno, y todo el mundo ve que son dos. Algunos los conocen de un lado, otros del otro. Y hay situaciones que entran en conflicto, porque la manera cómo somos crea ciertas situaciones con las relaciones entre personas y esas situaciones no concuerdan, son disonantes. Y cuantas más veces pasa, más neurótica es la gente.
Carl Gustav Jung.
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